Hace tiempo que no me paso por el blog. La verdad es que los episodios del podcast se han llevado todo mi tiempo y mi atención en lo que es esta página web; por supuesto la otra parte de mi tiempo, que es considerable, es consumida por el trabajo en la dirección del centro en el que trabajo y las clases. Y tampoco debo olvidar el tiempo que requieren mis hijos (mellizos de 5 años), porque es una cantidad también a tener en cuenta (menos mal).
Precisamente de gestión del tiempo y de organización personal venía yo a hablar, o mejor, a escribir, por aquí. Y es que el tema de la productividad me ha fascinado desde que lo descubrí hace ya 5 años, cuando entré en la dirección del colegio (¿casualidad?).
Personalmente siempre he sido una persona no muy organizada (que no salga de aquí), pero más o menos he ido saliendo a flote en mi faceta como profesor. La cosa ya se desbordó cuando asumí la dirección del colegio. Se reciben una gran cantidad de inputs y de muy diversa índole, como temas con el Ayuntamiento, con la administración, padres, profesores, alumnos, lidiar con obras, empresa de comedor, AMPA, extraescolares y un largo etcétera. De cada uno de esos inputs hay que extraer una cantidad ingente de tareas que hay que realizar y fechas importantes que apuntar en el calendario que no se te pueden pasar. Aquí es dónde mi cabeza ya no dio para más. ¡Y también tengo que preparar mis clases y darlas!
Leyendo varios blogs y páginas web en internet, llegué a la metodología GTD (Getting Things Done) y al libro homónimo del creador de la metodología, David Allen. Se trata, bajo mi punto de vista, de un método complejo de productividad, pero que me abrió las puertas a una nueva forma de organizarme y liberar mi cabeza y, en definitiva, vivir sin estrés.
Cómo bien dice David Allen en el libro, todos llegamos al mundo de la productividad cuando se ha producido en nosotros un momento de crisis, cuando una situación nos desborda.
Desde entonces me han interesado mucho temas sobre productividad, organización personal, gestión del tiempo y desarrollo personal. Me he formado en cursos con unos instructores fantásticos con un importante nombre dentro del mundo productivo.
Uno de los proyectos que estaba a punto de lanzar era un podcast (cómo no) sobre productividad para profesores. Pero el surgimiento del último proyecto, también en formato podcast (G Suite Edu Podcast) ha hecho que quede el otro aparcado. Prueba de mi interés y la importancia que le doy a este tema es que una de las secciones de ese nuevo podcast, sobre transformación metodológica a través de las herramientas de Google para educación, es sobre cuestiones de productividad. Una pequeña sección dentro del tema general del podcast pero que colma mi sed de compartir consejos productivos con vosotros. Otra prueba es el surgimiento de un nuevo podcast, esta vez no para docentes necesariamente, sobre tecnología y productividad. En él voy a contar cómo me organizo con las herramientas tecnológicas y apps y daré consejos de productividad que a mi me han ido bien. Todo desde mi experiencia, nivel usuario, ensayo y error. El nuevo proyecto se llama Beta Permanente y si te gusta la tecnología, las apps y sus posibilidades y te quieres meter un poco en este apasionante mundo de la productividad, no dudes en escucharlo. Por cierto, lo estoy anunciando en exclusiva en este artículo.
Probablemente en la nueva temporada de Píldoras de Educación dedique más de un episodio a este tema, esta vez sí, centrada en los docentes.
Pero ¿qué es la productividad? La productividad personal es un término muy amplio. El significado de ser productivo es tan distinto para cada persona que es complicado llegar a una definición genérica que sea universal para todos. Pero podríamos decir que la productividad personal es la relación entre los resultados deseados y el tiempo utilizado para obtenerlos: cuanto menor sea el tiempo que lleve a obtener el resultado deseado, más productivo será el sistema.
Cómo ves no se trata de hacer cosas, o hacer muchas cosas, sino que se trata de hacer cosas, tareas, que vayan relacionadas con lo que queremos conseguir.
Este término también abarca la forma en la que hacemos las cosas, el cómo acometemos tareas rutinarias de nuestro día a día y que pueden hacernos perder (o aprovechar) mucho tiempo. Y lo único que no te pueden devolver es tu tiempo. Tenemos exactamente 1440 minutos al día y debemos ser conscientes de cómo los distribuimos. El tiempo es lo más valioso y preciado que tenemos y, por consiguiente tenemos que emplearlo sabiamente y con intención.
Podríamos decir que la productividad personal es la relación entre los resultados deseados y el tiempo utilizado para obtenerlos: cuanto menor sea el tiempo que lleve a obtener el resultado deseado, más productivo será el sistema
¿Cuántas veces has estado en reuniones con esa sensación de pérdida de tiempo? ¿Cuánto tiempo has perdido en rellenar documentos que nos piden, repetitivos y sin sentido? ¿Por qué no aprendemos a optimizar nuestros recursos y el tiempo disponible? ¿Por qué hay tanta falta de respeto en general por el tiempo de los demás? Para mi es una cuestión muy relevante. El tiempo no es dinero, como dicen, el tiempo es vida.
Tenemos 1440 minutos al día que debemos utilizar intencionalmente, porque lo único que no podemos recuperar es nuestro tiempo
Pero es que la productividad también trata de tener todos nuestros quehaceres, tareas etc, tanto personales como laborales, bajo control. Lo que queremos es que no se nos escape nada por ningún resquicio. Para ello necesitamos un sistema de productividad del que nos fiemos, para liberar la mente y estar presente con lo que estamos haciendo en cada momento, y por lo tanto, liberarnos de ese asesino silencioso que es el estrés. Si estás pasando una tarde agradable con tu familia, con tus hijos, no debes estar pensando en que tienes que planificar no se qué clase que se te había olvidado y buscando en tu mente el momento para hacerlo. Eso no es estar presente y te está generando estrés. Tenemos que vivir con intención, no que los quehaceres y tareas diarias tomen el control de nuestras vidas y nuestro tiempo. Por eso necesitamos un sistema en el que confiar todas nuestras tareas y vaciar nuestra mente, de esta forma, sabremos que todo está ahí, bajo control, para cuando necesitemos mirarlo… pero cada cosa a su momento. Como dice David Allen, tu cerebro, tu mente, está para generar ideas, no para almacenarlas.
Debemos vivir con intención, controlar nuestras tareas y quehaceres, no que éstos nos controlen a nostros
Un trabajo como el de docente demanda mucha energía, aunque haya aún personas que no lo crean, y el problema es que no hay tiempo para preparar las clases, el material necesario para las mismas y un largo etcétera. Porque es uno de los trabajos en el que menos tiempo hay para preparar todas esas cosas, imprescindibles, dentro del horario laboral. Claro que (casi) todos los profesores lo sacan adelante por su buena voluntad y por su amor a la profesión, pasando en casa una gran cantidad de horas de preparación y además de formación, que la mayoría la hacemos fuera del horario lectivo. No es nada extraño ver en los centros a profesores intentando aprovechar estos 5 minutos de aquí con 10 minutos de allá, para terminar de ultimar esa fenomenal actividad.
Todo esto se agrava si nuestra organización y sistema de productividad es un desastre o inexistente.
Un alto porcentaje de docentes han tenido que afrontar problemas de salud, tanto física como mental, por culpa del trabajo. Otro alto porcentaje ha experimentado alguna vez depresión o ansiedad debido a su profesión. Una de las causas que alegan los profesores para estos problemas de salud es el volumen de trabajo y el poco tiempo disponible.
¿Me creerías si te digo que esto lo podemos reducir? Simplemente necesitamos implementar una serie de hábitos. No vas a tener menos trabajo, pero sí puedes optimizar tu tiempo, ganarle unos minutos al día con unas fáciles y simples estrategias. No estoy hablando aquí de grandes sistemas productivos, que sí que nos ayudan y nos pueden cambiar la vida. Pero siguiendo pequeños consejos podemos reducir esos tiempos que pasamos haciendo cosas del colegio. Y la mejor forma de controlarlo es viendo que realmente estamos reduciendo el tiempo.
Podemos aumentar nuestra productividad personal y reducir nuestra sensación de agobio tan solo implementando una serie de hábitos
Voy a dedicar algunos artículos a partir de ahora a dar unos consejos productivos para docentes.
Si crees que te falta el tiempo, si no te organizas para sacar adelante todo el trabajo que tienes, si cada vez que pasas tiempo de ocio siempre tienes el trabajo en la mente, o simplemente quieres proponerte ser más productivo y ganarle unos minutos al día y organizarte mejor, no te pierdas esta serie de artículos que iré sacando regularmente.
¿En qué podemos ser más productivos los docentes? ¿Cómo podemos ganar más minutos en nuestro trabajo? ¿Qué temas vamos a tratar en esta serie de artículos?
A continuación te dejo algunos de los temas que voy a tocar en ellos, que iré alternando con los episodios del podcast:
– Cómo podemos simplificar y automatizar ciertos procesos en la evaluación.
– Comunicación con las familias
– Cómo sacar provecho de las tecnologías (herramientas y aplicaciones que nos ahorran tiempo)
– Programaciones y documentos
– Reuniones
Estos son algunos de los temas que tengo la intención de tocar, pero en realidad hay bastantes más.
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